miércoles, 25 de febrero de 2009


El movimiento punk en el cine.



Corría el año 1975 en Inglaterra, un país donde el trabajo escaseaba y las revueltas eran constantes. La juventud quería y necesitaba un cambio, algo diferente, rompedor. Y es en este momento cuando un grupo empezó a destacar. Su estilo caótico, directo y alborotador rompe así con el rock progresivo que se estaba haciendo en ese época en Inglaterra, dando un vuelco al Rock&roll y creando lo que posteriormente sería un movimiento, no sólo musical, sino toda una forma de vida.

El grupo pionero de este movimiento, convertido en un mito con el paso de los años serían los “Sex Pistols”. Su corta duración, se disolvieron en 1979, su constante provocación y filosofía se basa en un individualismo radical y un rechazo absoluto de la autoridad. Un nuevo estilo musical, que simbolizó una ruptura a diversos niveles y el comienzo de un mito nacido para arrasar todo lo que se le ponía por delante, a parte de dejar un legado musical y generacional que aún hoy está presente.

El cine ha retratado este movimiento a través de filmes cuyo denominar común era el retrato de una sociedad multicultural, como es en la que se da cita en las islas británicas a principios de la década de los setenta, donde la suciedad llenaba las calles en las que se encontraban clubes nocturnos de donde nacieron bandas como los propios “Sex Pistols” o los “New York Dolls”.


Alex Cox. Cronista punk
Uno de los directores que con más acierto se ha acercado a la filosofía punk es el del inglés Alex Cox. Su mejor obra es el retrato de uno de los personajes mas importantes de la escena punk, el mítico bajista de los sex pistols: Sid vicius.
La película se centra en la relación de de amor-odio con su novia Nancy, las drogas, la autodestrucción de dos personalidades límite que entran en una espiral de adicción a una relación sin futuro, rodeados por un ambiente de drogas, sexo y ronck&roll. La esencia del punk está latente en esta película retratando los momentos más significativos del rostro mas conocido del movimiento. Sid Vicius se convirtió en todo un símbolo para las generaciones posteriores. La célebre frase de vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver nunca antes tuvo mas sentido que aplicada al celebre componente de los “Sex pistols”.

Lo mejor de la película es la puesta en escena sucia y desgarrada de Londres, escenario perfecto para ver las vicisitudes de los componentes del grupo y su reacción a la continua autodestrucción de Sid que desde su unión con Nancy su vida acabó sumida en las drogas y los excesos que desembocó en una muerte por sobredosis a la espera de que el joven Sid fuese juzgado por el presunto asesinato de su compañera Nancy.

Nadie mejor que el histriónico actor británico Gary Oldman para interpretar el papel de Sid Vicius, una actuación llena de matices y con la que logra un retrato amargo de la figura del artista. El resto del reparto es poco destacado, tal vez la joven Chloe Webb interpretando a Nancy sea el rostro más reconocible, gracias a un trabajo bastante logrado de su personaje.

“Sid y Nancy”, también conocida con el subtítulo de el amor mata, es quizás el mejor retrato de ficción de el movimiento punk, una película que fue rodada en 1980 cosechando buenas críticas aunque muy criticada por el que fuera cantante de los Sex pistols, Jhonny Rothen. Algo parecido ocurrió con la madre de Sid, Anne Beverly, que en un principio se negó a que la película se llevase a cabo pero debido a la insistencia de su director al final colaboró y abanderó el proyecto. Sin duda “Sid y Nancy” es uno de los títulos imprescindibles del cine punk.
Después de este controvertido filme, el siguiente proyecto de Alex Cox sería la controvertida “Repo Man”, la historia de un joven punk que consigue un trabajo y a partir de aquí se verá envuelto en diversas situaciones surrealistas y destructivas.
Esta película, toda una rareza, es un referente de la cultura antisistema, mostrando una ciudad como Los Ángeles en decadencia absoluta. Este filme catapultó a su director Alex Cox, como autor maldito y completamente underground.

La película destaca, a parte de por tener rostros conocidos en el reparto como Emilio Estévez o Harry Dean Stanton, por su excelente banda sonora compuesta por temas de grandes interpretes como Iggy Pop o Black Flag.


“La mugre y la furia”: Guía del movimiento Punk

Un día después de que los Sex pistols concedieran una polémica entrevista para el programa Today Show de Bill Grunid, que tuvo que terminarse prematuramente por la actitud violenta y socarrona de los componentes del grupo, el tabloide sensacionalista Dayli mirror rezaba en su portada la mugre y la furia, dos palabras que simbolizan la música, actitud y formas de un grupo que marcaron una época. Este también es el título de este documental realizado por el polifacético Julian Temple y que repasa la trayectoria del grupo a partir de entrevistas a los propios integrantes y con mucho material original grabado de actuaciones en directo. Una esmerada labor de recopilación de datos y de edición de los mismos, con una excelente banda sonora.



Mucho se había escrito, rumoreado y hablado sobre los Sex pistols, y todo lo que les rodeaba, pero no fue hasta el año 2000 con la realización de este documental donde se explora la realidad de aquellos días, a la vez que vemos de primera mano las opiniones de los propios integrantes de la banda que “cuentan” la verdadera historia, desmintiendo muchas de las declaraciones realizadas por el que fuese manager de la banda.
También destaca la visión mas humanizada pero igualmente descarada y sucia del mítico Sid Vicius, visto desde los ojos del que era uno de sus mejores amigos el cantante Jhonny Rothen, emocionado al recordar la muerte de su amigo y muy critico con la influencia que ejerció sobre él su novia Nancy, a la que considera principal culpable de convertirlo en un adicto a las drogas.


“La Gran estafa del Rock&roll”: Otra visión de Julian Temple.



Antes de la realización de este excelente documental, Julián Temple también fue el participe de realizar otro estudio sobre la banda y sobre el mundo del punk. Esta vez Temple se encuentra a medio camino entra la ficción y el documental para narrarnos la versión sobre el punk y la marca en la que se convirtieron los “Sex pistols” por medio del que fuera su manager Malcom McLaren. “La gran estafa del rock&roll” es un docudrama bastante pretencioso y tal vez algo partidista hacia un tipo de visión de aquella época. El propio Maclaren se considera como el verdadero artífice del movimiento punk y que gracias a eso le supuso muy buenas ganancias económicas.
Todo lo que Maclaren dice es desmentido por muchos, entre ellos los integrantes aun vivos de los pistols, pero en todo movimiento artístico que es seguido en masa por la sociedad tiene algún componente artificial, y alguien en la sombra almacenando dinero.

El movimiento Punk, al trascender lo artístico y estético se le presupone que está por encima de modas para convertirse en un referente cultural. Con este filme se nos da otro punto de vista de la historia, y el tiempo tal vez pueda esclarecer la verdad.


Por el momento estos trabajos nos sirven para poder rememorar una época de luces y de sombras donde un nuevo estilo musical fue creado y con él nació un nuevo tipo de sociedad cuya bandera de asocial y antisistema era su principal seña de identidad, aún sabiendo que no había futuro.


Los Ramones: Punk a la americana

Si en Inglaterra fueron los Sex pistols los que impulsaron el movimiento punk, en Norteamérica el grupo encargado de llevar el punk a los oídos de la población fueron “Los Ramones”, su imagen también desaliñada y cargada de fuerza fue un emblema para la juventud en Estados Unidos, que colocaron al grupo como un emblema del punk y el hard rock. A falta todavía de una buena película, documental o docudrama que pueda estar a la altura de la mítica banda, podemos destacar algún que otro documental menor sobre los avatares de el grupo y una divertida película “Rock'n'Roll High School” rodada en 1979 y dirigida por Allan Arkush para la productora liderada por el famoso Roger Corman, reconocido admirador de la banda liderada por Joey Ramone.

Esta película no deja de ser una divertida comedia musical desarrollada en un instituto, donde podemos disfrutar de algunas actuaciones del grupo. En definitiva un divertimento poco reflexivo pero bastante entretenido.

The Clash. Otro mito del punk

EL nihilismo y la concepción básica de la música eran la seña de identidad de la mayor parte de las bandas surgidas en la primera ola del punk a finales de los 70. Un grupo integrante de esta ola, pero a la vez con sus propias peculiaridades, fueron “The clash”, también británicos, y que incorporan a su música una gran variedad de géneros; a parte de que su imagen fue menos radical, incorporaron una conciencia política importante en el alma de sus letras. A pesar de esto The clash se convirtió en otro referente punk con actuaciones llenas de potencia y fuerza, aun hoy en día siendo un referente para bandas como U2.

En el último año, otra vez Julian Temple más cercano al circulo de los Sex pistols, decidió mostrar en pantalla la biografía del que fuera vocalista y alma del grupo “The Clash” Joe Strummer, en el documental “Vida y muerte de un cantante”. El propio Temple amigo personal del vocalista decidió la realización de este proyecto después de la muerte de Strummer en el año 2002. El filme se centra, a parte de mostrarnos la evolución como persona y artista del propio Strummer, en los entresijos de la gira “London Calling” que logró en la BBC más de cuarenta millones de oyentes.

El documental cuenta con mucho material nunca antes visto, gracias al acceso a los archivos personales de la banda, pudiendo así profundizar mas todavía en la cultura punk centrándose esta vez en otro de los grupos punteros de la época: The Clash.



Cineastas de la postmodernidad. Introducción


La originalidad en estos días es escasa. Las carteleras se inundan de remakes, secuelas, precuelas. Queda claro que los estragos de la posmodernidad han provocado un cambio en la forma de hacer cine. El beneficio monetario es el principal objetivo de las productoras que no dudan en reclutar a autores o directores muy personales para poder realizar sus productos, donde lo más importante serán los novedosos efectos especiales para así arrastrar a más gente a las sales de cine.

A principios de los noventa empezaron a surgir en Estados Unidos una serie de cineastas jóvenes que habían crecido con la televisión y con la constante ingestión de películas de todas las clases y todos los países. La cultura de estos nuevos cineastas sería la audiovisual y esto se notará en sus propuestas estéticas que incluirán en sus puestas en escena elementos innovadores, al igual que en su forma de narrar se buscaran nuevos caminos.

Esta nueva generación convivirá con otros autores que veinte años antes habían revolucionado el cine norteamericano. Directores como Martin Scorsese o Francis Ford Coppola crearon un cine manierista alejándose del clasicismo habitual de los años pasados en Hollywood. Los productores ya no eran los responsables absolutos de las producciones, siendo el director el principal valuarte de la película. Esto fomentó la fama de estos nuevos artesanos cinematográficos donde la violencia o las historias donde el antihéroe era el protagonista absoluta de unas narraciones que exploraban la conducta de seres fueras de la sociedad. De este modo estos directores nos han dejado obras maestras como “Toro salvaje” y “Taxi Driver” de Martin Scorsese o la trilogía de “El padrino” a cargo de Francis Coppola.

Este cine manierista fue como un soplo de aire fresco para Estados Unidos a parte de una exploración minuciosa e introspectiva sobre temas como la guerra del Vietnam o la violencia en las calles. Tiempo mas tarde estos dos grandes cineastas se irían degradando creando obras muy inferiores a sus obras maestras aunque conservando esa genial forma de hacer cine.

De este modo influenciados por todo tipo de culturas y por las filmografías de muy diversos autores, surgieron estos nuevos cineastas, que rápidamente fueron encumbrados por la crítica internacional y son seguidos por todo tipo de públicos, pero principalmente por un espectador joven, que ve en estas películas temas y puestas en escena rompedoras, a la vez que reflexivas y visualmente muy llamativas.

En las siguientes entradas intentaré describir la filmografía y los temas más importante de lo que para mi son los nombres mas representativos de la llamada generación videotape o la generación proveniente del mundo del video clip, que según mi opinión son los autores mas influyentes de la última década.

Literatura Sucia. Charles bukowski y su obra capital.


“FACTOTUM” (Charles Bukowski, 1975)

Literatura sucia

El nombre de bukowski, dentro de la literatura moderna, ha suscitado siempre división de opiniones; son muchas las críticas que ha recibido este autor norteamericano, debido sobre todo a ese estilo tan violento, directo y a veces coloquial con el que impregna a sus obras. Pero su obra pese a quien pese ha significado la llegada de un nuevo tipo de escritor alejado de la crítica partidista y de la propia sociedad intentando llevar sus postulados literarios a las últimas consecuencias.

“Factotum”, Chinaski contra todos.

Toda la producción literaria de bukowski tiene un fuerte componente autobiográfico, creando para ello a un alter ego Henry Chinaski que será el protagonista de sus novelas más importantes. Así, sí en “La senda del perdedor”, Bukowski nos hace un retrato sobre sus años de niñez e inmediata juventud, centrándose más en el propio núcleo familiar, posteriormente con “Factotum”, el libro que nos ocupa, Bukowski vuelve a poner en el centro de la narración en primera persona a Henry Chinaski, en esta ocasión el libro hará un recorrido a través de las vivencias del protagonista centradas en los continuos cambios de trabajo y en su relación con las mujeres.

El contexto histórico donde se desarrolla la obra es los últimos momentos de la segunda guerra mundial, pero la narración pasa casi de pasada por el tema de la guerra en sí, centrándose más en el recorrido de Chinaski por varias ciudades de Estados Unidos, donde intercala trabajos de la peor clase con relaciones superfluas, violentas y sobretodo sexuales con mujeres borrachas que van buscando fortuna en bares malolientes. Incluso vuelve a casa de sus padres de donde no tarda en marcharse. Pero sin duda la ciudad más representativa de la obra de Bukowski y que es el escenario perfecto para ofrecernos las vivencias de Chinaski es Los Ángeles. Es en la ciudad californiana donde entre botella de whisky y vino barato conocerá a Jan la que a la postre será su relación mas estable; un idilio descrito por la pluma del autor con sordidez y prácticamente carente de sentimientos, o eso es lo que a priori parece, ya que en las largas descripciones del narrador/protagonista subyacen unos sentimientos encerrados en una personalidad abrumada por una sociedad que detesta y decide combatirla desde la pasividad mas absoluta o simplemente mirando a otro lado, donde la suciedad ,símil de la realidad mas pura, es el centro de su mirada.

La evasión de esta realidad, convierte a Chinaski en un outsider sumergiéndolo en un alcoholismo que lejos de considerarlo una adicción, le sirve de válvula de escape, manteniéndolo alejado de las demás personas, sumido en sus propios pensamientos y reflexiones lúcidas a la vez que desesperadas.


El trabajo NO dignifica

El continuo cambio de trabajo motivado por despidos derivados de la pereza o el propio alcoholismo, es el hilo conductor de la narración que sin rumbo fijo camina hacia ninguna parte como la propia vida de su protagonista, cuya principal vocación es la de convertirse en un escritor, de echo se señala en más de una ocasión los estudios que comenzó en la escuela de periodismo y que nunca acabó; lo que nos hace reflexionar sobre la verdadera capacidad de este pensador que fue abandonando todo aquello que le suponía un esfuerzo o un acercamiento a la normalidad más cotidiana. Aún así la esperanza de ser reconocido como un escritor importante ronda en todo momento su cabeza, tal vez como un sueño o delirio de borracho, que esta vez se convertiría en realidad a partir de la figura del propio autor.


Estilo e influencias

Lo que más llama la atención de la obra de Bukowski en general y de “Factotum” en particular es su estilo; las influencias de este autor nacido en Alemania pero criado en la cultura Norteamericana llegan principalmente de autores como Ernest Hemingway o Henry Miller, del primero es claro su influencia a la hora de elaborar descripciones realistas y dramáticas, y del segundo, único autor que menciona en el libro, ha heredado ese estilo rebelde y autodidacta lleno de reflexiones interiores con un matiz muy masculino. También es destacable de este estilo tan naturalista el componente erótico de sus palabras, Bukowski no se muerde la lengua a la hora de introducirnos pasajes en las que con claridad y sin tapujos nos describe relaciones sexuales y así, vemos como el pudor o la delicadeza brilla por su ausencia y nos consigue transportar a un mundo sórdido e hipnótico donde el centro de la atención es un autor convertido en protagonista con una visión nihilista de la vida.

Esta temática tan sucia y este dramatismo inherente a todo los que nos describe la narración podría hacernos pensar que el drama esta presente de forma continuada, pero no es así, el humor es un rasgo capital en la figura de Chinaski, de este modo incluso las partes mas crudas del relato son amenizadas gracias a esa fluidez con el que el autor nos cuenta las vicisitudes del protagonista con un lenguaje coloquial, sin tapujos y directo hacia el corazón mismo de la sociedad americana.


Bukowski como referente

Toda la obra de Charles Bukowski ha calado muy hondo en muy diversos autores, dramaturgos e incluso cineastas desde que sus obras impactaron en nuestras librerías; esta literatura sucia (nunca entendido este calificativo como peyorativo) nos lleva autores actuales como Bret Easton Ellis, el autor de la controvertida “American Psicho”, se sirve de un nihilismo y rechazo de la sociedad para presentarnos personajes que vagan por la vida ajenos a la realidad y cuyo principal refugio son las drogas o la ultra violencia, algo así como esas botellas de whisky o de oporto que Chinaski necesitaba diariamente para poder resistir la presión de un mundo que no entendía.
Aquí en España la huella de Bukowski la encontramos en autores como Ray Loriga y otros coetáneos suyos, que a pesar de ser buenos escritores no llegan a esa excelencia literaria de su maestro.

En cuanto al medio audiovisual por excelencia, el cine; Bukowski ha visto llevada a la pantalla varias de sus obras por parte de directores como Barbet Schroeder o Marco Ferreri, pero tal vez el filme que se acerque más al estilo literario de Bukowski es la adaptación de “Factotum” realizada por un semidesconocido Bent Hamer; la película fiel al libro en cuanto al estilo y la forma de contar la historia pero contextualizada en nuestros días nos transporta al desquiciado mundo de Chinaski que da vida el actor norteamericano Matt Dillon.

Bibliografía:
Charles Bukowski, Factotum. Ed. Anagrama

domingo, 8 de febrero de 2009

"No es país para viejos"( Coen Brothers)


Desmitificación fronteriza en el retorno de los hermanos Coen.


Paisajes áridos, atardeceres anaranjados, sheriffs duros en busca de románticos forajidos; de esto y mucho más se nutre el western, género por excelencia del cine Norteamericano, un mito en sí mismo prácticamente agotado en nuestros días. Y es ahora, en plena posmodernidad, cuando llegan Joel & Ethan Coen autores que impregnan en sus obras un estilo muy personal, los encargados de dar otra vuelta de tuerca al western, a la vez que nos sitúan en una atmósfera de tonos sepia y polvo del desierto en la zona fronteriza de Texas, lugar común para historias de violencia y trafico de drogas; este es el marco donde LLewelyn Moss (Josh Brolin) encuentra un maletín repleto de dinero en medio de una sangría de narcotraficantes. A partir de este momento Moss comenzará una huída contrarreloj; y tras sus pasos el enigmático y despiadado Anton Chigurh (Javier Bardem) le intentará dar caza. Y como un tercer vértice de la historia encontramos a un veterano Sheriff en el ocaso de su carrera (Tommy Lee Jones) con un punto de vista nostálgico sobre lo cambiante de su antes adorada tierra fronteriza.

El material de partida del filme es la novela homónima de Cormac McCarthy, autor fronterizo que explora la evolución (o involución) de estas lejanas tierras y sus habitantes. De este modo el guión nos hace un variopinto marco de extraños personajes con diferentes sistemas de creencias y pautas éticas. Así, vemos al veterano Sheriff Doyle introduciéndonos en el relato con un discurso recordando el legendario pasado de ese medio oeste americano y mostrándose incrédulo ante las nuevas generaciones de hombres que utilizan la violencia indiscriminadamente sin motivo aparente. Este último punto enlaza a la perfección con uno de los principales aciertos de la película, el asesino Anton Chigurh, magistralmente interpretado por Javier Bardem, perfecto en la composición del personaje, sin llegar al histrionismo típico entre este tipo de papeles.
Otra clave para entender a estos personajes y que los hermanos Coen representan a la perfección, es la época en la que esta ambientado el filme, los años ochenta; momento de cambio en la sociedad de EEUU y recuperación después de la catarsis que supuso la guerra de Vietnam, un tema que sobrevuela el filme, mas concretamente en la figura de Moss, un antiguo combatiente que ve como de la noche a la mañana tiene que volver al combate sin preocuparse del pasado, tratándose de huir desesperadamente de su trágico destino.

La película llena de matices transcurre con un ritmo lento y sobrio, sin necesidad de trucos de artificio el sello de los Coen está presente en todo el metraje con un brillante manejo de los recursos narrativos, como las recurrentes elipsis temporales, o con ese característico humor negro que recuerda a su opera prima “Sangre Fácil” e incluso a su obra maestra “Fargo”, filme que guarda muchas similitudes con “No es país para viejos” fundamentalmente en el retrato de la Norteamérica mas profunda y outsider.

En definitiva, estamos ante una gran película que significa un retorno a la excelencia cinematográfica de Joel & Ethan Coen, después de habernos decepcionado con sus dos comerciales últimos títulos.


(****)